¿Pero ésto para qué sirve?... En lo más profundo del ser humano, junto con esa curiosidad por saber y comprender el Universo que le rodea, está la necesidad de buscar una dimensión práctica a todos sus descubrimientos científicos. No basta con dar respuesta a la pregunta ¿Por qué? se hace necesario responder también al Y ahora, ¿para qué?... Fruto de esa necesidad es todo lo que nos rodea (para lo bueno y lo malo). Si ya es increíble que el ser humano sea capaz de dar respuesta a los fenómenos que pueblan nuestro Universo, más sorprendente es su capacidad para ver sus posibles aplicaciones más allá del propio fenómeno estudiado. Siempre una lucrativa patente puede ser muy motivadora...
La Reflexión no iba ser la excepción a esa necesidad de búsqueda y aplicación, y como por desgracia no podemos construir nuestro propio Telescopio Espacial Hubble con un espejo primario de 2.4 m y echar un vistazo a la inmensidad en la que vivimos, vamos a mostrar cómo construir un caleidoscopio de una forma sencilla.
En este caso, es José Manuel Ortega el que se encarga de explicarnos el fundamento físico y la construcción de este curioso artilugio.
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