No se puede terminar el trabajo sobre el Año Internacional de la Luz y de las Tecnología basadas en la Luz, sin hablar de nuestra principal fuente de luz: el Sol.
El Sol es, con mucha diferencia, el objeto más masivo y grande de nuestro Sistema Solar. Él solo contiene más del 99,8% de la masa total del Sistema Solar. En cuanto a su composición, el Sol está formado por un 73% de hidrógeno y 25% de helio. También tiene otros elementos, pero representan únicamente menos de un 2% del total. El Sol, al estar compuesto de gases y no ser un cuerpo rígido, presenta una rotación diferencial. Esto significa que el ecuador rota más rápido (25.4 días) que otras latitudes solares, tales como sus polos, donde una rotación se completa después de 36 días.
El Sol, en datos, se puede describir de la siguiente manera:
Tipo espectral: G2
Edad: 4,6.109 años
Masa: 1,99.1030 kg
Radio: 6,96.108 m
Velocidad de escape en la fotosfera: 618 km/s
Temperatura del núcleo: 15.000.000 K
Temperatura superficial: 5800 K
Luminosidad: 3,86.1026 W
Magnitud absoluta: 4,74
Magnitud aparente: -26,7
Periodo de rotación ecuatorial: 25,4 días
Distancia media a la Tierra: 1,50.1011 m
Vamos a fijarnos en las denominadas Manchas Solares. Una Mancha Solar es una región solar que tiene una temperatura más baja que sus alrededores y con una intensa actividad magnética. En una Mancha Solar se diferencian dos zonas de forma clara: Umbra y Penumbra. La Umbra es la zona central de la mancha más oscura y la Penumbra es la zona periférica más clara. El tamaño de las Mancha Solares es muy variable y en muchas ocasiones pueden ser mayores que la propia Tierra. La Penumbra está constituida por una estructura de filamentos claros y oscuros que se extienden más o menos radialmente desde la Umbra. Umbra y Penumbra parecen oscuras por contraste con la Fotosfera, simplemente porque están más frías. Así la Umbra tiene una temperatura de 4000 K, mientras que la Penumbra alcanza los 5600 K, evidentemente inferiores a los aproximados 6000 K que tienen los gránulos de la Fotosfera.
En las Manchas Solares hay un campo magnético con una intensidad de 0,3 T. Aunque los detalles de la creación de las Manchas Solares todavía son cuestión de investigación, está bastante claro que las Manchas Solares son el aspecto visible del tubo de flujo magnético que se forma debajo de la Fotoesfera. En ellos la presión y densidad son menores y por esto se elevan y enfrían. Las observaciones realizadas por la sonda espacial SOHO (Solar and Heliospheric Observatory), usando las ondas sonoras que viajan a través de la Fotosfera, permitieron formar una imagen detallada de la estructura interior de las Manchas Solares. Debajo cada Mancha Solar se forma un vórtice giratorio, esto hace que se concentren las líneas del campo magnético. Podemos decir que las Manchas Solares se comportan, en algunos aspectos, de modo similar a los huracanes terrestres.
En el siguiente vídeo podemos observar manchas solares entre los meses de abril y junio. Se obtuvieron empleando un SolarScope:
Manchas solares en la zona central cerca del tubo (21 de junio de 2015) |
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